CADÁVERES ESTELARES
Morir en esta vida no es nuevo, pero tampoco es nuevo el vivir». Estos fueron los últimos versos del poeta ruso Serguéi Esenin que se encontraron garrapateados en un papel tras su suicidio el 28 de diciembre de 1925. Unos versos que podemos aplicar también a las estrellas. Después de cientos o miles de millones de años, también les toca morir. Y al igual que ha pasado durante toda su vida, su final viene determinado por su masa. El paso fundamental que determina la muerte de una estrella es que se detienen las reacciones nucleares porque todo el material susceptible de fusionarse se agota, y el núcleo comienza a enfriarse. Hasta ese momento, el corazón de la estrella es un plasma, una sopa de núcleos atómicos y electrones dando vueltas. Pero…