El monstruo de cada mañana
Mi equipo, ayer día de cierre, daba por sentado que esta carta estaba escrita. Pero no. Yo, la extrema perfeccionista, la que supervisa todo con lupa, digamos que había mirado a otro lado. «Ya la haré», supongo que me dije, y ahí estaba yo leyendo mis libros, escribiendo tontunas en WhatsApp... Así que, aquí estoy, el mismo día que enviamos a imprenta, apurando esta invitación a la reflexión para ti: crispada, hecha un atajo de nervios, por la falta de tiempo. ¿Por qué procrastinamos? Mark Twain, socarrón e imagino que en un momento menos farragoso que el mío, escribió «no dejes para mañana lo que puedas hacer pasado mañana». A mí no me sienta bien procrastinar, necesito tener el control de lo que puedo solucionar y está en mi mano,…