LA CARTA
No se la prestes a nadie. Disimula. Remolonea. Inventa que no la encuentras; que ni idea de dónde narices la has puesto. Bien saben los lectores de pro que los libros no se prestan, si acaso se regalan, y lo mismo sirve para esta guía que tienes entre manos por una razón muy sencilla: en cuanto la sueltes… no la verás más. No me cabe duda porque no existe otra, y lo afirmo tan convencido como orgulloso, con mayor poder de prescripción, con tantos primeros espadas firmando sus opiniones, con una selección tan concienzuda de hoteles, restaurantes y vinos, con tanto detalle en su diseño y fotografía gracias a Ángel Perea y Javier Trapero, qué par de artistas. De nuevo, y tras el éxito de la edición pasada–con feliz récord…